Las Farc por el crimen de Gómez Hurtado

DIALOGO DE ANGELITOS PR MAMBA

 

 ¿Qué saben Piedad Córdoba, José Obdulio Gaviria y la mafia?

 

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Carlos Antonio Lozada, Rodrigo Londoño, Pablo Catatumbo, Rodrigo Granda y Pastor Alape,

integrantes partido Farc, suscribieron la carta de autoincriminación.

Foto: 

AFP

 para la conmemoración de los 25 años del crimen de Gómez y de su asesor, José del Cristo Huertas, se anunciaran medidas que iban a estremecer al país.

Pero quienes terminaron estremeciéndolo fueron las Farc con la carta que le enviaron a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en la que se autoincriminan.

Había asegurado que la orden de matar a Gómez llegó directamente del Bloque Oriental, liderado por el ‘Mono Jojoy’, y que Julián Gallo o ‘Carlos Lozada’, hoy senador por la Farc, se encargó de ejecutarla a través de la Red Urbana Antonio Nariño (Ruan). Además, que el hombre que jaló el gatillo está vivo.

Horas antes de que se conociera la versión, el senador Gallo salió a admitir su participación. Y, en entrevista con El Espectador, dijo que todos los involucrados en el operativo estaban muertos. De hecho, vinculó el caso con la llamada ‘masacre de Mondoñedo’, en la que seis estudiantes, señalados de pertenecer a la Ruan, fueron asesinados por miembros de la Policía. Según Gallo, dos de ellos participaron en el crimen de Gómez.

La Ruan fue una tenebrosa célula urbana, comandada por el ahora senador, que ejecutó decenas de crímenes y atentados contra la Fuerza Pública.

“Era la red sicarial más poderosa que operaba en Bogotá. Se le atribuían varios muertos y al menos cien de los 400 secuestrados de la época. Planearon un asalto a La Modelo para liberar a sus cabecillas”, le dijo a EL TIEMPO un oficial que los combatió.

(Puede ser de su interés: La pista en el magnicidio de Gómez que lleva al proceso del Caguán

Y un miembro de las ex-Farc aseguró que la confesión de Gallo la precipitaron los mensajes extorsivos que las disidencias de ‘Iván Márquez’ le enviaron al ala de Rodrigo Londoño, para que se apartaran del proceso de implementación de la paz, so pena de dejar en evidencia su faceta de asesinos no confesos.

Tablero judicial

Lo concreto es que la autoincriminación puso en tela de juicio las dos principales hipótesis en torno al crimen de Gómez Hurtado que trabajaron por años administraciones de fiscales de la talla de Alfonso Gómez Méndez, Eduardo Montealegre y Néstor Humberto Martínez.

Siempre se apuntó al cartel del norte del Valle, a agentes del Estado e incluso a ‘paras’, en una amalgama en torno a un supuesto intento de golpe de Estado contra el presidente Ernesto Samper, por el escándalo del ingreso de narcodineros a su campaña.

“Nunca hubo ni el más mínimo indicio de que las Farc estuvieran detrás del crimen. En esa época, el país estaba inmerso en el proceso 8.000”, le dijo a EL TIEMPO Hernán Gonzalo Jiménez, jefe del CTI de la Fiscalía en el momento del magnicidio.

Y otro agregó que en reuniones de inteligencia con el DAS y la Policía (cuyo director era el general Rosso José Serrano) no surgió la participación de las Farc en esos hechos que conmovieron y confundieron al país.

En medio del desconcierto nacional por la versión de las Farc, la primera en reaccionar fue la familia de Gómez Hurtado.

(Además: A Farc se les olvidó el asistente de Gómez, quien murió el mismo día’

Para Enrique Gómez Martínez, abogado de la familia y sobrino del líder conservador, no hay duda de que las “Farc mienten” y sostiene que la JEP se va a prestar para quitarle la competencia de la investigación a la Fiscalía: “Lo que buscan es entrar en un procesito de tercera para condenar a algún falso muerto de las Farc e impedir que avance la investigación contra Ernesto Samper y Horacio Serpa. Lo habíamos advertido”. Según Gómez Martínez, la Fiscalía acumula 322 pruebas, entre testimoniales y documentales, que confirman la ocurrencia de un crimen de Estado.