EL NARCOTRÁFICO AMENAZA EL ORDEN CONSTITUCIONAL EN LOS TERRITORIOS Y EL PAÍS NECESITA DE TODAS LAS HERRAMIENTAS PARA COMBATIRLO, DIJO PRESIDENTE DUQUE EN LA CORTE CONSTITUCIONAL

 

Por: Martin Bayona           7 Marzo 2019

Al intervenir en la audiencia de seguimiento a la sentencia T-236 de 2017, convocada por la Corte Constitucional este jueves en Bogotá, el Presidente Iván Duque afirmó que esta no es una discusión sobre un herbicida, sino sobre el crecimiento vertiginoso que los cultivos ilícitos y el narcotráfico han tenido entre 2013 y el primero de agosto de 2018, una situación que amenaza el orden constitucional en los territorios y frente a la cual el país necesita de todas las herramientas para combatir este flagelo.

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“Yo quisiera plantear, respetuosamente, que esta no es una discusión sobre un herbicida. La verdadera discusión es sobre la amenaza y los riesgos que enfrenta hoy nuestro país, por cuenta del crecimiento vertiginoso en los últimos años de los cultivos ilícitos, y las consecuencias que esto trae para el orden público, la seguridad nacional, la protección y el tutelaje de los derechos fundamentales de los colombianos, especialmente de aquellos más vulnerables que habitan las zonas que por años han tenido una presencia de cultivos ilícitos y que se han acentuado en los últimos años”, planteó el Jefe de Estado al iniciar su intervención.

Al respecto, precisó que “desde al año 2013 al primero de agosto del año 2018, el país tuvo el más rápido crecimiento de su historia en cultivos ilícitos”, al punto que “prácticamente se quintuplicaron los cultivos ilícitos en el país”.

“Esa situación exponencial del crecimiento de los cultivos ilícitos –agregó–, amenaza seriamente el orden público e inclusive el orden constitucional en sí mismo en las zonas donde se ha presentado esa expansión”.

Sostuvo que “podemos decir que esa expansión tiene afectaciones en los derechos económicos, sociales y ambientales, tiene afectación en el debido proceder y concurrir de la administración pública, genera distorsiones económicas, flagela a quienes han estado en la agricultura lícita y se ven presionados por grupos armados a hacer esta transición hacia la cultura ilícita”.