NOTICIAS DESDE FRANCIA
Por: JUAQUIN ROJAS PADAUI
La industria de la aviación busca formas de hacer frente a la crítica situación económica por la que atraviesa debido a la pandemia de Covid-19. La compañía francesa Air France planea despedir cerca de 7.500 empleados, mientras LATAM Airlines continúa con su plan de reestructuración en Chile, Colombia, Perú y Ecuador, aunque cerró sus operaciones en Argentina. Por otro lado, Aeroméxico decidió acogerse a la ley de bancarrota de Estados Unidos, pues la crisis provocó que su flujo de pasajeros disminuyera en un 97 % entre abril y mayo, reportando pérdidas de más de 100 millones de dólares.
Las cifras de Covid-19 en Latinoamérica continúan en aumento. México registra más de 29.000 muertes, superando en número de decesos a España y en casos de contagio a Irán. En Costa Rica y Colombia la cifra de contagios diarios empezó a crecer rápidamente. Sin embargo, mientras la nación centroamericana decidió dar un paso atrás en su plan de reapertura económica, Colombia continúa con la abertura gradual del comercio.
Desde este 11 de julio, los franceses pueden decir al fin "voilà, c'est fini", "ya está, se acabó". Después de estar dieciséis semanas bajo un régimen de excepción, con motivo de la crisis sanitaria, este viernes a medianoche se liberaron del estado de emergencia, abriendo la puerta a una Francia con nuevas reglas pos Covid-19.
Aún cuando los científicos son unánimes en cuanto a la probabilidad de una segunda oleada, apelando a la prudencia, Francia ha podido poner bajo control su epidemia, a excepción del departamento-archipiélago de Mayotte y la Guyana, donde el estado de emergencia ha sido prolongado "hasta el 30 de octubre", debido a la crítica situación en ultramar.
Un control que, pese al fin del estado de emergencia, no dejará de estar en el hexágono francés, que no regresará del todo a una cotidianidad normal, según el constitucionalista Jean-Philippe Derosier: "Es verdad, el estado de emergencia ya no será prorrogado sobre el conjunto del país (...) pero será transformado, ya que algunas medidas excepcionales o derogatorias podrán ser aplicadas hasta el 30 de octubre".
En ese sentido, el fin del estado de emergencia también pone término a la llamada "tregua invernal", los propietarios de viviendas podrán expulsar a sus inquilinos en caso de impago, así como los proveedores de energía podrán cortar el gas o la electricidad, si no se pagan las facturas. Solo la compañía eléctrica EDF se ha pronunciado en contra de estos cortes de energía, hasta al menos el día 1 de septiembre.
Y, en la cima de esta vuelta, están los precios de las mascarillas y los geles hidroalcohólicos. Hasta hoy con precios fijos, ese tope máximo se anula a decisión de cada establecimiento.
Con todo, solo un nuevo confinamiento total será posible, bajo un nuevo estado de emergencia sanitaria. En caso de rebotre de la enfermedad en ciertas zonas del territorio, el Gobierno francés podrá aplicar restricciones como impedir los desplazamientos u obligar el cierre de establecimientos abiertos al público, sobre todo aquellos que no puedan cumplir con las medidas de distancia social.
"La reunión del Consejo Europeo ha concluido. La reunión continuará el sábado a las 11:00 horas", ha escrito en Twitter Barend Leyts, el portavoz del presidente del Consejo Europeo.
Previamente, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE habían remarcado a urgencia de conseguir un acuerdo sobre el presupuesto comunitario y el fondo de reconstrucción económica, pero muchos de ellos se han mostrado escépticos sobre la posibilidad de lograrlo porque las diferencias siguen siendo profundas y las negociaciones serán "muy difíciles".
Así se ha expresado, por ejemplo, la canciller de Alemania, Angela Merkel, quien ha asegurado que los líderes afrontan la cumbre con "energía" a pesar de que sus diferencias siguen siendo "muy, muy grandes". "Por eso no puedo anticipar si llegaremos a algún resultado esta vez", ha lamentado la alemana.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, por su parte, se ha mostrado "optimista pero prudente" de cara a las negociaciones, pero ha advertido de que "está en juego el proyecto europeo" y ha subrayado que ha llegado el momento "de la verdad y la ambición" para la UE.