Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en la clausura del Congreso Nacional de Municipios 2016
.
Ustedes, queridos alcaldes, alcaldesas, serán mis socios, serán mis palancas en este Gobierno hacia adelante.
Tenemos unos desafíos muy grandes. Esta es la primera vez que nos reunimos después de una reunión que tuvimos cuando ustedes eran alcaldes electos en la Esap (Escuela Superior de Administración Pública), pero esta es la primera vez que nos reunimos, ustedes ya como alcaldes y alcaldesas posesionados.
Y déjenme compartir con ustedes cómo veo yo ese acto de gobernar, esa responsabilidad que ustedes tienen que nos va a llevar –espero– a darle un gran empuje, un gran progreso a todos los ciudadanos que están bajo su responsabilidad.
Aquí en Cartagena, ya hace muchos años, estuve en la Escuela Naval. Ahí me enseñaron a navegar. Y el arte de la navegación se parece mucho al arte de gobernar.
¿Por qué lo digo?
Porque para ser un buen gobernante uno tiene que ser muy claro en a dónde quiere llegar, tiene que tener un puerto de destino. Y yo lo viví. Lo viví en carne propia. Cuando uno salía a navegar por la bahía de Cartagena y no tenía a donde ir, todos los vientos se convertían en vientos desfavorables, en problemas. Las balleneras, que eran las embarcaciones donde navegábamos los cadetes, iban para un lado, iban para el otro.
En cambio, si uno tenía un punto fijo, si quería atravesar la bahía, usaba uno los vientos, usaba uno el mar picado, pero llegaba al puerto de destino.
Por eso es muy importante que ustedes tengan ese puerto de destino, a dónde quieren llevar a sus municipios. Y ese puerto de destino tiene que coincidir con ese puerto de destino que tenemos en el Gobierno Nacional.
Si ustedes van para un lado y el Gobierno Nacional va para el otro, ninguno llega. Tenemos que tener en común ese puerto de destino.
Y yo lo tengo muy claro desde el primer día, desde el 7 de agosto del año 2010. El puerto de destino al cual quiero llevar a Colombia, se llama una Colombia en paz, una Colombia con equidad, una Colombia más moderna, una Colombia mejor educada.
Y desde el principio, desde el primer día, he venido aplicando esos principios y esos valores, esos objetivos, para tomar todas mis decisiones.
Los principios y los valores, en el caso del navegante, son como los mapas o las brújulas, que cuando uno está perdido, cuando uno está en dificultades, de pronto acude a ellos para retomar el rumbo y seguir con claridad, con contundencia, buscando ese puerto de destino.
Navegar no es fácil. Atravesar los mares es difícil.
Lo mismo, lo mismo podemos decir del arte de gobernar. Gobernar es difícil y ustedes lo van a sufrir en carne propia. Generalmente las capacidades de un gobierno de satisfacer las necesidades de la población son mínimas frente a esas necesidades. Y ahí es cuando uno tiene que tomar las decisiones, tener esos principios, tener esos valores, saber priorizar.
El navegante se encuentra con tormentas, se encuentra con huracanes, se encuentra con ciclones, hasta con tsunamis. O se encuentra de pronto con un mar completamente quieto, sin un viento, con un sol resplandeciente. Pero no puede avanzar.
El navegante se encuentra con enemigos, piratas que lo quieren abordar, que lo quieren destruir.
El navegante se encuentra con esos cantos de sirena, esas sirenas que dicen cosas para desviarlo de su rumbo.
Lo mismo le sucede al gobernante.
Pero si tienen –les repito, queridos alcaldes y alcaldesas– si tienen claro sus prioridades, si tienen claro ese puerto de destino, no importa. Si hay vientos desfavorables, todos se pueden utilizar para llegar a ese destino.
Y entre ustedes y nosotros somos como una flota –el barco principal y los barcos que acompañan– que tenemos que navegar en esos mares difíciles pero que podemos y debemos llegar a ese puerto de destino. A ese país en paz, a ese país con más equidad, con más progreso social, con más oportunidades para todos los colombianos.
Una mejor educación, un país más seguro. Siempre buscando coordinar las acciones de ustedes con las del Gobierno Nacional y viceversa, para poder potenciarnos mejor, para poder navegar más fácil.
Y se van a encontrar con esos obstáculos, con esas tormentas, con esos enemigos, y con esas sirenas que vienen a cantarles, a convencerlos, sobre bases y premisas falsas, sobre mentiras, para ver si ustedes se distraen y toman las decisiones equivocadas.
Una de esas sirenas estuvo aquí. Estuvo aquí hablándoles a ustedes. Diciéndoles ¡ojo! alcaldes, mucho cuidado con esa paz. Esa paz los puede llevar a ustedes a un sitio peligroso. Esa paz los puede desviar de su propósito fundamental. Estarán entregándole el país al comunismo, al castrochavismo.
Mucho ojo con esos centros de concentración de la guerrilla. Mucho cuidado, alcaldes, porque a ustedes les van a quitar su derecho a gobernar sobre esos territorios y eso va a ser peligroso.
Yo quiero decirles, queridos alcaldes y alcaldesas, no escuchen a esas sirenas, no escuchen esas voces. Aquí no va a haber ningún despeje, aquí no habrá ningunos ‘caguanitos’. Eso es mentira. Nadie ha pensado en eso, nadie ha hablado de eso.
Los centros de ubicación de la guerrilla, de concentración, se están definiendo en este momento. No sabemos exactamente cuántos serán. No van a ser localizados al lado de poblaciones, eso ya está establecido. No van a ser indefinidos, como aquí esta sirena les ha dicho. Tienen unos límites de tiempo muy, muy definidos.
No van a ser sitios donde no se pueda ejercer el estado de derecho, donde el alcalde es la autoridad suprema de esa población, de ese municipio. Nadie les va a quitar a ustedes esa autoridad.
Allá, ustedes, además como jefes de la Policía como, son responsables de la seguridad, tendrán todas esas atribuciones sobre esos sitios también. Y la Policía no va a estar vetada a entrar a esos sitios y a controlar la seguridad de esos sitios.
De manera que no escuchen esas sirenas que vienen a mostrarles ese panorama catastrófico en esta transición, ahí sí, hacia un país mucho mejor como seria Colombia en paz.
Además, van a estar esos sitios –que son temporales– verificados ni más ni menos que por la ONU.
Van a estar monitoreados por las Naciones Unidas. Donde, en algo realmente importante para Colombia, el respaldo del mundo entero. El Consejo de seguridad de las Naciones Unidas, la máxima instancia a nivel mundial de cualquier organización de forma unánime y en tiempo record, aprobó un mandato: queremos ayudarle a Colombia, ayudando a monitorear y verificar que esa transición, que el proceso de desarme de la guerrilla se haga con todas las de la ley, se haga verificada, con todas las garantías de seguridad. Y que se cumpla.
¡Qué mejor garantía para ustedes, para los ciudadanos de sus municipios, para Colombia, que ese respaldo de la máxima instancia a nivel internacional!
Y ahí no hubo ni una voz disidente. Eso es raro. En 70 años que lleva Naciones Unidas se ha presentado en cerca de 12 o 13 ocasiones una resolución unánime. Lo que nunca se había presentado era el tiempo en que se aprobó, el tiempo record. Nunca se ha aprobado una resolución tan rápido, lo que demuestra que el mundo entero está aprobando este proceso con entusiasmo, porque lo ve como un caso de éxito en un mundo lleno de problemas. Y eso para ustedes debe ser también un factor de garantías.
Lo que ustedes tienen es una inmensa oportunidad, porque este proceso ¿qué es lo que hace, qué es lo que sucede al final de este proceso?
Que las Farc desaparecen como grupo armado. Este es el fin de las Farc como grupo armado.
De manera que es con esa perspectiva con que hay que ver el proceso. No escuchando esos cantos de sirena que dibujan unos infiernos que no existen. Es todo lo contrario. Y ahora les hablaré de los beneficios para ustedes y el papel que ustedes deben cumplir en esta transición, en este momento histórico de nuestra patria.
Hay otras sirenas que no son muy amigas de la sirena que estuvo aquí. Que dicen, por ejemplo, le escriben a los dioses de la Corte Constitucional. Que el plebiscito es inconstitucional. Que no deben aprobar el plebiscito.
Yo le diría a estas otras sirenas que de pronto tienen razón en que el plebiscito no era necesario, porque el Presidente de la República tiene las facultades legales para firmar la paz. En eso estamos de acuerdo.
Pero yo le hice, desde el primer momento en que pensé en iniciar esta vía difícil y llena de enemigos, llena de obstáculos pero necesaria, la vía correcta. Yo le prometí al pueblo colombiano que sería el pueblo colombiano, no el Presidente de la República, el que tendría la última palabra sobre lo acordáramos en la Habana.
Se los prometí. Nunca he dejado de reafirmar esa promesa. Y por eso es que se aprobó en el Congreso de la Republica la posibilidad de convocar ese plebiscito una vez se firmen los acuerdos.
Es la forma más simple, más conveniente, de cumplir con la promesa que el Presidente les hizo a los colombianos, que este servidor le hice a los ciudadanos.
Por qué digo que es la más conveniente, la más fácil.
Por sustracción de materia.
La guerrilla sigue insistiendo –porque ahí no nos hemos puesto de acuerdo todavía–, en su asamblea constituyente. Y les hemos dicho de todas las formas que la asamblea constituyente no es un mecanismo de refrendación. No puede ser, por su propia definición.
Una asamblea constituyente el primer día de reunirse puede decidir borrar de un plumazo todo lo que hemos hecho en los últimos cinco años. No puede ser una constituyente un mecanismo, un procedimiento de refrendación.
El referendo tampoco, porque la propia Corte Constitucional en un fallo estableció que los referendos tienen que referirse a los puntos específicos. No puede hacer una pregunta general, sí o no, a un conjunto de temas. El pueblo tiene que decir sí o no a cada tema.
Imagínense ustedes lo que sería un referendo a todos los temas de los acuerdos de paz. Sería ir con un libro, cada colombiano, diciendo sí, sí, sí o no, no, no. Eso, es, en términos prácticos, un imposible categórico. No se puede.
Y la vía que optó el Congreso por solicitud del Gobierno es la vía más práctica, la vía del plebiscito. Que el pueblo colombiano diga sí o no a los acuerdos.
Y ahí es donde, queridos alcaldes y alcaldesas, los voy a necesitar a ustedes más.
Y no el Presidente de la Republica ni el Gobierno. La paz.
La paz los necesita a ustedes, porque ese proceso, cuando se firmen los acuerdos, de convocar el plebiscito y de convocar a las urnas, requiere de una gran pedagogía y de un gran apoyo.
Como lo he dicho muchas veces, esta paz no es mía, esta paz no es de mi Gobierno. Eta paz es de ustedes, de todos los colombianos. Y todos los colombianos deben apropiarse de ella. Todos los colombianos deben asumir su responsabilidad. Y sacarla adelante. No solamente aprobando el plebiscito, que es un paso necesario, sino también en la construcción de la paz.
Cuando firmemos los acuerdos y cuando aprobemos el plebiscito se termina el conflicto, se termina la guerra. Pero solo ahí podremos, porque es una condición necesaria, comenzar a construir una nueva Colombia, ese nuevo país que todos queremos, que todos añoramos.
Y la construcción de la paz va a durar mucho tiempo, porque la paz no se construye de un día para otro después de 50 años de guerra.
Muchos de ustedes han sufrido en carne propia esta violencia. Muchos de ustedes han visto como sus compañeros, compañeras, sus familias, han sido víctimas de esta violencia.
Y por eso tenemos todos que hacer un gran esfuerzo para dejar a un lado, dejar atrás, todas las secuelas de una guerra y comenzar a construir un país normal como es un país en paz.
Somos el único país de todo el hemisferio occidental que todavía tiene un conflicto armado. Y un conflicto que ha sido cruel. Un conflicto que ha reclamado más de 7 millones y medio de víctimas.
Y por eso la construcción de la paz va a ser también muy difícil. Pero tenemos que hacerlo todos.
Y esa paz, esa paz se va a construir desde las regiones, desde los municipios.
Ustedes van a jugar un papel, tienen que jugar un papel protagónico en esa construcción de la paz. Así está establecido, así está diseñado. Y por eso tenemos que trabajar juntos. Tenemos que ser socios en esta construcción de la paz.
Y repito, no solamente con el apoyo de ustedes, con su capacidad de movilizar a sus municipios, a sus seguidores, a los ciudadanos para que apoyen el plebiscito, sino sobre todo después. Participar en la construcción de la paz.
Y la paz se construye de muchas maneras. La paz se construye en nuestros propios interiores, en nuestros corazones. La paz, cuando uno tiene paz interior, cuando tiene paz con uno mismo, queda mucho más fácil de poder relacionarse con el resto de la gente.
La paz en nuestros hogares. Un componente de violencia en este país está en los hogares, en la violencia intrafamiliar. Ahí también tenemos que trabajar.
La paz en nuestros colegios, la paz en nuestras comunidades, la paz en nuestras ciudades, departamentos y la paz a nivel nacional.
Y eso se facilita a través de la inversión. Con mejor educación, con mejor salud, con oportunidades para todos. Y ahí, por ejemplo, en aquellas zonas donde hay más necesidades, tenemos que concentrarnos para dar más oportunidades.
Y el llamado posconflicto, algunos le dicen pos-acuerdos. Aquí está el Ministro Pardo que va a coordinar con el resto de los ministros pero sobre todo con ustedes. Cómo es que vamos a diseñar esa construcción de la paz, ese postconflicto, qué tipo de proyectos, qué tipo de inversiones, cómo vamos a reconstruir este país en términos, no solamente, materiales sino también espirituales.
Y ahí el esfuerzo tiene que ser mancomunado, de todo el mundo. Pero ahí los líderes naturales –porque es un proceso que tiene que hacerse desde las regiones–, el papel de los alcaldes se vuelve absolutamente fundamental.
De manera que, yo sí les pido que establezcamos unos procedimientos, doctor Gilberto (Toro).
Usted me decía que yo llevo más tiempo en el Gobierno de los que usted lleva en la Federación. Eso no es cierto. Usted va para 20 años, que creo que se va reelegir. Por lo que veo se quiere reelegir otra vez.
Pero usted sabe que hemos trabajado juntos en muchos desafíos y hemos salido adelante en todos esos desafíos.
Se nos viene un desafío importantísimo. A mí me correspondió como Ministro de Hacienda la reforma al Sistema de Participaciones. Y ahora se viene, y ustedes tienen que estar ahí presentes, ustedes tienen que ser parte de esa negociación, de esa reforma. Y entonces tenemos desde ya que establecer unos procedimientos para poder hacer una buena reforma en ese sistema, que a ustedes les atañe directamente.
Y ustedes pueden también y deben también establecer unos mecanismos de coordinación con el Gobierno, por ejemplo, para la estructuración de los proyectos del posconflicto. No va a haber los recursos que uno quisiera, nunca hay los recursos que uno quisiera.
Pero vamos a tener recursos y vamos a tener que invertirlos de la mejor manera.
¿Y cómo podemos hacer eso? Estructurando bien los proyectos presentándolos y priorizándolos. Y eso depende también mucho de ustedes.
Yo sé que mucho de los municipios no tienen ni siquiera la capacidad de estructurar bien los proyectos.
Ahí estamos nosotros para ayudarles. Ahí está Planeación con un equipo para ayudarles. Y ustedes toman las decisiones políticas. Mi prioridad es esta o es aquella.
Estructuramos los proyectos, los ponemos en el Banco de Proyectos. Y así es como vamos a poder conseguir más ayuda internacional y podemos invertir mejor nuestros propios recursos.
Ya se están creando fondos internacionales que quieren financiar proyectos específicos, temas específicos. Hay que aprovechar esa financiación presentando buenos proyectos. Y ahí es donde tenemos que trabajar juntos municipios-Gobierno Nacional para poder aprovechar esas oportunidades.
Y tenemos además no solamente el posconflicto. Tenemos por delante unos desafíos importantes en un mundo convulsionado, en una economía internacional difícil, pero donde Colombia tiene unas capacidades y unos activos muy importantes.
Todos sabemos lo que está pasando a nivel internacional. Todos sabemos que el precio del petróleo se bajó de más de 100 dólares a menos de 40. Y cómo nos golpeó a los colombianos eso.
El año 2013, el petróleo representaba más del 20 por ciento de nuestros recursos, del total de nuestros recursos fiscales. Este año 2016 esos recursos van a ser de cero, ni un peso nos va a entrar.
Imagínense lo que solamente eso representa, más cómo se han golpeado los mercados a los cuales nosotros exportamos nuestros productos. Cómo en la región están, no creciendo sino decreciendo. Vemos lo que está pasando en Venezuela, vemos lo que está pasando en Brasil, vemos lo que está pasando en Ecuador, que tiene unas dificultades diferentes, porque allá no hay posibilidades de evaluar.
Vemos lo que está pasando en el resto de América Latina, que el año pasado tuvo un crecimiento negativo y este año también va a tener un crecimiento negativo. Mientras Colombia está creciendo, no a las tasas que crecíamos hace unos años, pero está creciendo a unas tasas muy satisfactorias dadas las circunstancias.
Ayer se conoció la tasa de crecimiento del año pasado, 3.1 por ciento.
Algunos dicen ¡uy! Pero comparado con el año anterior bajó.
Sí, pero comparado con lo que está pasando, con el resto del mundo, con la región, ese crecimiento es un gran crecimiento. Y es un crecimiento sano, es un crecimiento sostenible, porque es un crecimiento que está generando empleo, es un crecimiento que tiene unas bases sólidas.
Y por eso tenemos todos que trabajar para que ese crecimiento se mantenga, porque de ahí vienen los recursos.
Y tenemos razones para ser optimistas.
La industria por primera vez comienza a crecer a tasas altas. Hacía 15 años no teníamos un crecimiento de la industria como el que teníamos, el año pasado, que fue del casi 3.8 por ciento.
Y este año va a ser del doble. El doble este año.
La construcción. La construcción este año va a ser cercana al 10 por ciento de crecimiento, con todo lo que eso implica a materia de empleo, de jalonar 32 industrias.
La inflación, que nos ha golpeado por el Fenómeno del Niño, ya le estamos torciendo nuevamente el pescuezo para que vuelva otra vez a estar en la franja lo más rápido posible. Y estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para volver a controlar la inflación, que es lo que más le roba poder adquisitivo a los más vulnerables, a los que solamente viven de un ingreso.
Y vamos bien. Hay muchas razones para ser optimistas, señores alcaldes y alcaldesas.
Y ustedes tienen que impregnarse también de ese optimismo, porque el optimismo, el entusiasmo, es lo que lleva a los gobernantes a producir buenos resultados.
Los planes de desarrollo que ustedes están diseñando, como se lo dije en la ocasión anterior, tienen que estar muy bien coordinados con el Plan de Desarrollo a nivel nacional.
Aquí vamos a tener que priorizar. Hemos hecho un inmenso esfuerzo en materia de inversión.
Cuando ustedes ven el balance de lo que ha sucedido en los últimos cinco años en sus municipios, en las regiones del país, se podrán dar cuenta fácilmente del esfuerzo que hemos hecho a nivel nacional. Esfuerzos que han venido acompañados de grandes reformas para el beneficio de las regiones.
Doctor Amyikar Acosta, usted que ha sido un veterano de estas políticas, ¡quién iba a imaginar! Por ejemplo la reforma a las regalías que por primera vez le dio oportunidad a todos los municipios del país de beneficiarse de lo que les pertenece a todos los colombianos.
Y afortunadamente el petróleo estaba por encima de 100. Y logramos acumular unas cifras importantes e invertir unas cifras importantes.
Entre el año 2012 y el año 2015 se invirtieron 21 billones de pesos en más de 9.700 proyectos solamente a través del uso de las regalías. Esto lo vamos a continuar.
Se nos bajaron los precios del petróleo. Eso golpea ¡en qué forma! las regalías.
Pero tuvimos la precaución –y esto es un mensaje muy importante para ustedes–, tuvimos la precaución de diseñar el sistema de regalías de forma tal que nos permitiera ahorrar en la época de las vacas gordas para poder gastar el dinero e invertirlo en las épocas de las vacas flacas.
Ya se nos fue las épocas de las vacas gordas. Pero tenemos ahorros. Tenemos ahorros importantes. Cerca de 10 billones de pesos, que yo le pediría al Ministro de Hacienda, de común acuerdo con ustedes, pasáramos la legislación necesaria o tomáramos las decisiones pertinentes para ‘desahorrar’ esa plata y entregársela a los alcaldes para que puedan ustedes diseñar desde ya.
Eso son inversiones para el año entrante, 2017, y 2018, que van a ser los dos años claves de sus gobiernos.
Ustedes van a tener esos recursos para invertirlos, porque esos recursos les pertenecen a ustedes. Y por eso queremos que nosotros desde ya comencemos a diseñar cómo los vamos a invertir mejor.
Ya hay disponibles otros recursos. En los OCAD municipales para este año, más de un billón de pesos. Y va a haber otros recursos por el Fonpet.
En la medida en que las cuentas del Fonpet vayan dando excedentes, las instrucciones para el Ministro es entrégueles eso a los alcaldes para que puedan invertir.
Y usted hablaba, doctor Gilberto, de algo que con razón usted reclama y es muy justo, pero que la percepción es esa. Que s que la corrupción está concentrada es en las regiones.
Y hay dificultades, muchas veces, en administración, inclusive en la falta de conocimiento para poder utilizar bien e invertir bien los recursos.
Y aquí es donde tenemos que hacer todos un esfuerzo de lo que yo he defendido toda mi vida. Tengo una fundación, que se llama –o tenía una fundación– Buen Gobierno. El Buen Gobierno tienes unos principios: eficacia, eficiencia, rendición de cuentas, transparencia.
Y yo les diría hoy, aquí, a ustedes, que hay dos elementos claves que si hacemos un esfuerzo en esa dirección vamos a poder, por un lado disipar todas esas dudas de falta de transparencia en el uso de los recurso, y segundo, poder conseguir más recursos y mucho más rápido, y poderlos ejecutar mucho más rápido.
Las dos palabras claves son estructura y contratar. Hay que saber estructurar. Hay que saber presentar los proyectos.
El problema, por ejemplo, ya a un nivel mucho más grande, mucho más alto, el problema de Reficar, que ha sido tema de discusión nacional en los últimos días, meses, tiene que ver con esa costumbre que teníamos en Colombia de no estructurar los proyectos.
Y ahí dijeron: No, Reficar va a costar 3 mil millones de dólares. Pero lo dijeron sin haber estructurado, sin haber hecho el estudio completo. Y resultó costando 8 mil. Y ahí vienen las acusaciones: se robaron los 5 mil o se robaron los 4 mil.
Me paso a mí con las Autopistas de la Prosperidad, antiguamente se llamaban las Autopistas de la Montaña. En Antioquia.
Estaba yo en campaña. Y me decían los alcaldes en ese momento y el Gobernador y todos los antioqueños.
Candidato, ¿usted se compromete con las Autopistas de la Montaña?
Y yo pregunté ¿Y cuánto cuestan?
Cuestan 1.4 billones para el Gobierno Nacional, el departamento pone un billón y Medellín pone medio billón. Y el resto lo ponen los peajes. Y así nos vamos a construir las Autopistas de la Montaña.
Cuando llegamos al Gobierno hicimos muchísimas modificaciones a la forma de administrar los recursos, la forma de gobernar. Aplicamos los principios del Buen Gobierno.
Y uno de ellos era –y pasamos una ley– no se pueden hacer licitaciones si los proyectos no están estructurados por lo menos en el final de la fase 2 o en la fase 3.
Y dije: le aplicamos eso a las Autopistas de la Montaña, que yo las rebauticé las Autopistas de la Prosperidad.
Y esas autopistas para el Gobierno Nacional, en lugar costar 1.4 billones, resultó costando 14 billones. Diez veces más.
Y aun así tomé la decisión política porque son unas carreteras, unas autopistas que benefician a todo el país de seguir adelante. Pero a conciencia.
Y puse esos recursos en el presupuesto y en las vigencias futuras. Y lo planeamos bien. Y así es como deben hacerse las cosas.
Imagínense ustedes lo que sería para el Gobierno en este momento estar añadiéndole al presupuesto de esas autopistas de a billón de pesos o 2 billones o 3 billones anuales, porque habíamos hecho mal los cálculos.
Por eso estructurar bien es fundamental. Y para ello tenemos ya un equipo en Planeación dedicado exclusivamente ayudarles a ustedes a estructurar bien los proyectos, por más pequeños que sean. Y eso ayuda enormemente.
La otra palabra, contratar, la forma de contratar, la elaboración de los pliegos. Ahí es donde la gente dice ‘ahí es donde se roban la plata. Es que los pliegos siempre están amañados para dárselo a fulano o a zutano’.
Usted mencionaba, querido Gilberto, la tecnología, el uso de la tecnología para poder obviar todas esas dificultades. Y estoy totalmente de acuerdo con usted.
Y ya tenemos instrumentos y ya tenemos procedimientos y ya tenemos una entidad que ya está operando con muchísima eficacia, que se llama Colombia compra eficiente. Que está estandarizando los contratos, está estandarizando los pliegos, está estandarizando las compras. Que inclusive les puede ahorrar muchísima plata, porque están contactando a los proveedores para que compitan entre ellos y en lugar de abrir una licitación para comprar vehículos o lápices o grabadoras o lo que sea, ustedes pueden ir esa especie de almacén virtual y asegurarse por medio de la tecnología de sus compras.
Y en lugar de perder el tiempo, tres meses para comprar una fotocopiadora, la pueden comprar al día siguiente. Y la pueden comprar con la seguridad de que está comprando al mejor precio y que nadie les va poner el día de mañana un interrogante sobre por qué compró eso y cómo lo compró.
Ese tipo de procedimientos están ya a su disposición.
Y lo que les propongo es que trabajemos en esos dos frentes: la buena contratación y la buena estructuración.
El Gobierno es el más interesado en que ustedes asuman esa consigna y verán cómo podemos multiplicar las inversiones. Podemos hacer rendir mucho más los recursos.
Y nos quitamos, doctor Gilberto, ese sambenito de que ¡ah! Allá en las alcaldías es donde está concentrada la corrupción, porque yo soy de los creo que eso es absolutamente falso y que los alcaldes de Colombia son honestos, son administradores públicos que están haciendo un gran sacrificio por el país.
Tenemos otra consigna. Yo aprovecho esto para pedirles a ustedes que me ayuden, que se ayuden ustedes mismos, que ayuden al país.
Este Fenómeno del Niño nos ha golpeado muy duro. Ustedes lo saben mejor que yo. Ha sido el Fenómeno del Niño más severo en la historia de Colombia.
El año pasado fue el año más caliente y el año de menos lluvia. Y estos primeros dos meses largos, el Fenómeno del Niño ha continuado con igual intensidad. Eso bajó los embalses a un nivel que nunca habíamos visto, los cauces de los ríos.
Ustedes que los alcaldes de los municipios ribereños lo pueden ver todos los días. El río Magdalena, el río Cauca y todos los ríos de Colombia están en su nivel más bajo.
Teníamos todo eso previsto, nos preparamos y vino algo que realmente no esperábamos.
Si uno quisiera escoger una planta generadora que hiciera mayor el mayor daño posible, en el momento más crítico de todo el Fenómeno del Niño, no habría podido escoger nada diferente a lo que sucedió en Guatapé.
Esa planta no es solamente muy importante sino que de ese embalse dependen otras dos plantas generadoras. Y el accidente, el percance, el incidente, se produjo exactamente en el momento más crítico del Fenómeno del Niño.
¿Y qué pasó ahí?
Pues hicimos nuevamente todos los cálculos y para evitar un racionamiento, que tiene un costo económico altísimo, aparte del costo en el bienestar de la población, para evitar cortes programados, lo que necesitamos es un ahorro del 5 por ciento.
Durante pocas semanas, mientras se va el Niño. Y el Niño supuestamente se va en mayo.
Y ahorrar 5 por ciento no es tan difícil. En los primeros tres o cuatros días de esta campaña comenzamos con 1 por ciento, subió a 2 por ciento, subió el tercer día al 4.44 por ciento y ayer ahorramos 4.26 por ciento.
Tenemos que llegar al 5 y mantenernos en el 5. Pero estamos cerquita.
Y ustedes ahí pueden hacer un aporte muy importante con decisiones que son de sentido común.
El doctor Gilberto me decía que ustedes ya habían tomado la decisión de trabajar jornada única y dejar que la gente saliera más temprano y apagar así el uso de la energía en las instalaciones de las alcaldías y de las entidades municipales en las ciudades durante las próximas semanas.
Eso me parece un aporte importantísimo.
Que aquellas ciudades que tienen avisos luminosos, como lo hizo el Alcalde de Bogotá esta mañana. Expidió un decreto suspendiendo el uso de esos avisos luminosos durante las próximas 6, 7 semanas. Aportes de esa naturaleza.
Y haciendo campañas con la ciudadanía, de ahorro de agua y de energía, es algo que además nos queda a todos.
Yo decía -y ese ha sido mi lema y les aconsejo a ustedes también usarlo- es una clase de los chinos, en su sabiduría decían todas las crisis crean oportunidades, trate de aprovechar los problemas para salir fortalecido de esos problemas.
Lo hicimos con el Fenómeno de la Niña. Acuérdense 5 años y medio, 7 de agosto 2010. Al otro día estaba yo en La Mojana atendiendo algunos de los 3 millones y medio de damnificados del Fenómeno de la Niña.
Y le dije al pueblo colombiano: este fenómeno lo vamos afrontar con toda la decisión Y vamos a tratar de que el mayor número de damnificados queden mejor al final de este proceso de lo que estaban antes del Fenómeno de la Niña.
Y creamos Colombia humanitaria. Y creamos la Unidad de Gestión de Riesgo. Y creamos unos bomberos mucho más poderosos, mucho más fuertes, con recursos.
Los recursos de los bomberos pasaron de 900 millones a 30 mil millones. Y que hoy tiene un presupuesto y ustedes pueden ver que los bomberos, todavía les queda mucho camino por recorrer, pero que están mucho mejor equipados de lo que estaban hace 4, 5 años.
Y que hoy podemos afrontar los incendios. A pesar del Niño, a pesar de la temperatura tan alta, hemos tenido menos incendios de lo que hemos tenido en el pasado.
¿Por qué? Porque aprendimos. Hemos venido aprendiendo a administrar los desastres, administrar estas situaciones.
Pues en esta ocasión podemos hacer lo mismo. Y si por ejemplo, ustedes en sus alcaldías ordenan que a partir de la semana entrante todos los bombillos son por ejemplo de la tecnología led, se van ahorrar un dinero importante. Y eso queda de por vida.
Esa cultura del ahorro, tanto de energía como de agua debe ser algo que debíamos tener todos permanentemente. No solamente en las épocas del Niño.
Y por eso digo que esos problemas, de esas dificultades, tenemos que hacer un esfuerzo para que se conviertan en oportunidades. Y aprovecharlas para que la ciudadanía responda y los ciudadanos al final responden.
Porque además hay que explicarles, el que ahorra, se ahorra plata. El que ahorra un peso le van a entregar un peso adicional en la próxima cuenta de la energía, pero el que despilfarra le van a cobrar el doble.
Garrote y zanahoria. Pero eso también ayuda a la disciplina. Y tenemos que tener disciplina en momentos de dificultades. En momentos de desastres naturales, porque el Niño es un desastre natural.
Por eso también les pido a ustedes, alcaldes y alcaldesas, que se pongan la camiseta de ‘Apagar Paga’ en sus respectivos municipios y en las próximas semanas hagamos ese esfuerzo para salir adelante sin racionamiento y sin cortes obligados que a todos nos van a perjudicar.
De manera que tenemos un gran desafío por delante. Tenemos retos, pero tenemos grandes oportunidades.
Este país está en un punto de inflexión, en un cambio en su historia. A ustedes les va tocar, queridos alcaldes y alcaldesas, uno de los momentos, si no el momento más importante de nuestra historia.
El momento de la transición de 50 años de guerra, a la paz.
A una paz que en muchas de las regiones donde ustedes habitan, donde ustedes son los alcaldes, son regiones que nunca ha llegado inversión precisamente porque el conflicto armado nunca lo ha permitido.
Los estudios están ahí a la vista de todo el mundo. Regiones que van a crecer al 10, al 12 por ciento apenas firmemos la paz, porque hay gente ya lista a ir a invertir. Que nunca había invertido porque, o bien la seguridad no los dejaba, o bien simplemente por ser un país en conflicto, nadie se atrevía.
El turismo ecológico, el turismo en general, esta ciudad de Cartagena, Alcalde, lo que va a beneficiarse. Pero no solamente, Cartagena porque Colombia entera es una Cartagena en el sentido de que somos un atractivo turístico como pocos países en el mundo.
Ahí va haber oportunidades de oro.
Las inversiones que van a venir en reforestación, en la agricultura, en todo el sector agropecuario, un mundo que está clamando por más alimentos.
Aquí estuvieron el Primer Ministro chino y mandatarios de los países que están angustiadísimos de dónde va a salir la comida el día de mañana, en este mundo que tiene muy pocas capacidades para producir comida.
Y Colombia es uno de los pocos países con un frontera muy amplia para aumentar la producción de alimentos. Que no lo hemos hecho por culpa de la guerra.
Y ya están todos ahí listos a ver cómo hacemos para poder poner a producir más nuestro territorio. Y ahí los proyectos productivos, ustedes alcaldes y alcaldesas, van a estar en el centro de las decisiones, en el centro de ese proceso de cambio para nuestro país.
Y cuenten con que este servidor –somos todos servidores públicos–, este servidor que está es al servicio de ustedes, va a ser su mejor socio.
Yo ya he aprendido muchas cosas en el ejercicio del Gobierno, como diría Gilberto, que ya nos quedan dos años y medio –yo no sé si usted se va a reelegir, pero yo no–. Entonces yo he aprendido que tenemos que trabajar juntos.
Es una norma que debe quedar impresa en piedra. La coordinación entre los gobiernos municipales, los gobiernos departamentales, el Gobierno Nacional, es una condición necesarísima para producir resultados.
Hemos logrado unos resultados importantísimos. Ustedes vieron el video. En la pobreza, somos campeones en América Latina en reducción de pobreza. En los cinco años y medio de Gobierno hemos reducido la pobreza más que en cualquier momento de nuestra historia.
La pobreza extrema la redujimos prácticamente a la mitad y yo tenía previsto que de aquí al año 2025 podíamos eliminar totalmente la pobreza extrema.
Con estas cifras puedo decir que la pobreza extrema la podemos eliminar mucho antes. De aquí a 4, 5 años podemos eliminar totalmente la pobreza extrema de este país. Un país muy rico además.
Y ustedes tienen que estar en el centro de todos estos esfuerzos.
Hemos sido el país que más empleo ha generado en toda América Latina en estos últimos cinco años y medio, la mayoría formal.
Nos queda todavía un camino largo para recorrer. En todo, porque todavía hay 28 por ciento de pobres, todavía hay casi un 7 por ciento de pobres extremos. Nos queda mucho camino por recorrer.
Pero qué bueno poder seguir avanzando de la mano de ustedes.
Por eso, queridos alcaldes y alcaldesas, las peticiones que me hizo Gilberto, él sabe, él conoce muy bien cómo trabajamos juntos. Nos ponemos a discutir para poder decirles sí o no, no en forma improvisada sino cuando se pueden las cosas, cumplir; cuando no se pueden las cosas decir no se puede.
Pero tengan la seguridad de que aquí encontrarán toda la disposición para que a ustedes les vaya bien, porque si a ustedes les va bien, a mí me va bien y al país le va bien.
Muchas gracias.